Na vlastní nebezpečí

Un intento de thriller de aventuras, que inadvertidamente resultó en una parodia del género hixploitation que recuerda a una mezcla de The Rafters y Defensa. La trama primitiva culmina en un giro transparente que se presenta como sorprendente e impactante, pero en realidad debe quedar claro para todos los espectadores desde la mitad a más tardar. Con el tiempo, la tensión y el misterio desaparecen de la historia en lugar de intensificarse. Los actores están ahí solo para tener a alguien que sostenga las paletas, los personajes femeninos también están ahí para que cada una de ellas muestre sus pechos al menos una vez. Una excepción notable es Miroslav Krobot, que es el único que muestra algo que puede describirse como la actuación de un actor. Por no hablar del hecho de que, en comparación con los demás, el guión sólo atribuye cierta dimensión y al menos un poco de espontaneidad a su personaje. Una categoría en sí misma es la retardada lengua balcánica de los nativos/sheriffs, que entierra definitivamente bajo tierra las últimas esperanzas de que alguien pueda tomarse en serio esta película poco divertida y atormentadora. (19.02.2024)

Si se suponía que era un intento de thriller de acción, no tuvo éxito en absoluto. Y mucho menos la trama de revelar los secretos del pasado. Creo que incluso el espectador menos atento o mentalmente débil descubrió el punto principal bastante pronto. ¿Qué destacar? Krobota, sin él ni siquiera me hubiera reído, algo que no debería suceder en los thrillers de acción. Bonitos paisajes, una actriz rumana y una actriz eslovaca bonitas. Eso es todo, de lo contrario, está al borde del desperdicio. Y la guinda del pastel de la absurdidad es el lenguaje incomprensible con el que la expedición checa se comunica con los nativos, ¿fue tan difícil que los actores rumanos hablaran en rumano y agregar subtítulos? ¿Tuvo que convertirse en un absurdo galimatías y un revoltijo de lenguas eslavas y no quedó nada del rumano? (27.12.2017)

I’m not sure what Filip Renč experienced on his float trip in Montenegro, but it must have been something terrible since he decided to take it out on me by making this film. I don’t know why that is, but when Czech filmmakers decide to shoot an action film, it usually ends up being a disaster. In this case, the film had two modes - boring (floating along a calm stretch of the river and related dialogue) and dumb (action scenes). I just wonder what hallucinogens Filip Renč had been on back then. Anyway, I have no idea what sort of message he wanted to convey with this film but I'm sure not going to search for it. (05.05.2020)